«Sol enmudecido», muestra poética de Stéphanie Hinojoza Ramos
Pequeña Elegía I
Y eras al sol del mediodía,
Como quien dice…casi alada¡!
Más tu silencio lo llenó todo, todo, todo.
Como un cuchillo solo, frente a un niño (más solo),
[lo inevitable sobrevino.
Y se hizo el sol enmudecido, crispado,
Como una mancha de fuego, sobre todo, todo, todo…
Abrazador, arrasador.
Heridos de muerte (lenta)
Sobre una cama de asfalto nos damos vuelta,
En perfecto silencio de gemidos imaginarios, que te recuerdan
(¡bajo la luz que lo cubría todo, todo, todo!)
Como quien dice casi alada…
Naufragio Inconcluso
Arrullo a medias,
Ruidoso y mudo también
Sueña con soles muertos, la niña, con gritos y aves también…
De día el patio de cemento entibia, a medias…
Sueña con manos y trenzas que crecen (la niña)
Oscuras ventanas no la dejan ver
Lo que naufraga para morir (a medias)
Y lo que salva la niña-ave-mujer.
Pozo
Desde abajo te escribo,
Con esta ráfaga oscura de pensamiento,
Posada sobre el filo de todos los cristales masticados,
Hasta convertirse en una roja carcajada,
En la boca que abre el borde del cuchillo
Para dejar correr este reflujo de palabras,
Sin oídos donde posarse,
Sin puertas donde tocar
En este tu corazón- coraza.
III
Este instante vacío,
Como ojos en blanco,
No deja marcas como la muerte.
Este instante vacío,
Persiste imperceptible como la soledad
[entre la multitud.
Este instante vacío…
Solo intenso olvido
Para subsistir.