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La Gestión de la crisis del Covid-19 a través de la organización comunitaria

La Gestión de la crisis del Covid-19 a través de la organización comunitaria

Por: Jesús Alfonso Hernández Mena – Karla Marcela Rivera Acosta

Las cifras de casos contagiados por COVID-19 en El Salvador sobrepasan las doscientas personas con síntomas claros de este nuevo coronavirus. En este contexto, las personas temen que en sus comunidades aparezcan casos positivos porCOVID-19.

Hasta el momento, los casos locales han crecido por los contagios de trabajadores y trabajadoras de salud, quienes no han tenido el equipo básico para evitar contraer la enfermedad. Ante esta situación, existen algunas comunidades que se han organizado para tomar medidas preventivas que eviten el brote del nuevo coronavirus.

En distintos municipios del país podemos observar como las personas se están organizando para cerrar las entradas y salidas de las colonias y pasajes, ubicando puntos de desinfección de vehículos, autobuses y motocicletas, haciendo campañas de limpieza y desinfección en las comunidades, así como recolectas de víveres para personas de escasos recursos, entre otras acciones.

Un ejemplo de ello, es la Colonia Villa Mariona 2 donde las personas se han organizado para tomar medidas preventivas ante esta pandemia. En este caso particular, la organización empezó entre tres familias quienes gestionaron una bomba para la desinfección de sus casas y pasajes. Esta organización fue trascendiendo a los demás pasajes, convocando a un representante de cada uno para planear medidas con la finalidad de prevenir alguna propagación del COVID-19 en dicha comunidad.

Con el pasar de los días, dicha organización comunitaria fue tomando más fuerza, convocando a toda la Villa 9. El esfuerzo de unos pocos pasajes se convirtió en un esfuerzo de toda la colonia en conjunto. Tomó una semana organizar a todas las sendas de la colonia con pequeños esfuerzos,dando como resultado la reactivación de la directiva que habían creado hace dos décadas. Realizaron reuniones en las cuales se decidió cerrar toda la colonia y, únicamente, dejar dos entradas y salidas de las seis que hay en dicha colonia. También, se ha puesto en marcha un plan de crear su propio aro de desinfección, donde estarán al cuidado del mismo algunos habitantes de la zona, tomando turnos de seis de la mañana hasta las seis de la tarde.

En cada entrada de pasaje han colocado recipientes con legía para que quienes circulen por esos lugares desinfecten sus zapatos. Se ha prohibido también la entrada de personas ajenas a la comunidad, únicamente se les permite la entrada a vendedores de pan, repartidores de periódico, repartidores de agua, repartidores de gas y proveedores de las tiendas. Asimismo, se pide que cualquiera que circule por el lugar, ya sean habitantes de la misma colonia o repartidores, debe portar mascarilla y, en el caso de los vendedores de pan, andar alcohol gel y deben desinfectarse las manos cada tres clientes.

La mayoría de habitantes han dejado de lado ciertas diferencias y están actuando en conjunto para lograr un fin en específico, evitar que las personas de la zona se contagien de COVID-19.

Casos similares han sucedido en colonias vecinas, como la Urbanización Majucla y Ciudad Futura, quienes han tenido pequeños esfuerzos entre los mismos habitantes para contratar pipas para lavar las calles principales y han creado puntos de desinfección de vehículos, autobuses y motocicletas. En estas colonias,los esfuerzos han sido llevados a cabo por los mismos ciudadanos y ciudadanas, pues aseguran que las autoridades municipales se han olvidado de sus comunidades y por esa razón han tomado iniciativas propias.

En momentos donde el Gobierno de El Salvador busca administrar la actual pandemia a través de aumentar la cantidad de soldados y policías en las calles, aprobando Estados de excepción y cercos sanitarios a municipios, la organización comunitaria surge como una medida para administrar la actual pandemia desde la solidaridad, desde acuerdos democráticos y donde  las personas que residen en las comunidades se convierten en sujetos dinámicos en la gestión de la pandemia.

Los ejemplos de las actuales comunidades son una inspiración para el resto de colonias del Área Metropolitana de San Salvador, y el resto del país, para generar acciones que provengan desde la gente y sus propias consultas ciudadanas.

La organización comunitaria debe ser fundamental para prevenir la propagación de la pandemia de COVID-19 en El Salvador, pero también es un llamado a la importancia de la misma. En otros municipios y barrios de El Salvador, la organización comunitaria puede solventar temas claves como la distribución de donaciones de alimentos, mayores cuidados hacia las personas adultas mayores, un espacio más local de denuncia en cuanto a las violencias que se manifiestan en los hogares, así como una manera eficaz de controlar el territorio evitando el abuso de autoridad hacia la población.

Son estas circunstancias las que invitan a observar algunas prácticas de las comunidades, y la organización de las mismas, que se está convirtiendo en un factor clave para prevenir el contagio masivo de las personas.

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Javier Iraheta