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Mundo Jurásico: Dominio, la secuela menos jurásica de toda la saga

Mundo Jurásico: Dominio, la secuela menos jurásica de toda la saga

Autor: Eduardo Melara | El Salvador

NOTA: Esta reseña fue realizada tres semanas después del estreno de la película en los cines salvadoreños, pero no deja de ser honesta, desde el punto de vista de su escritor.

ADVERTENCIA: La siguiente reseña contiene spoilers.

La conclusión de una de las franquicias más famosas (y millonarias) está por fin acá. Mundo Jurásico: Dominio (2022) se está exhibiendo en los cines y todo indica que se será uno de los mayores éxitos del año, si hablamos de la taquilla, ya que, desde su predecesora, Mundo Jurásico: Reino Caído (2018), la saga no ha hecho más que caer hasta su punto más bajo y con esta nueva entrega con la que dicen mucho para entregar muy poco, nos lo deja claro.

En Dominio, han pasado cuatro años desde que los dinosaurios fueron liberados por Maisie Lockwood (Isabella Sermon), ahora, los humanos tratan de adaptarse a este nuevo mundo en el que tienen que aprender a coexistir con dichas bestias prehistóricas genéticamente creadas, Owen Grady (Chris Pratt) y Claire Dearing (Bryce Dallas-Howard), quienes han asumido el cuidado de Maisie, se embarcan en una nueva aventura para rescatarla luego de ser secuestrada por Biosyn, la compañía rival de Ingen y quienes están experimentando nuevamente con la clonación de animales extintos; al mismo tiempo, Ellie Sattler (Laura Dern), Alan Grant (Sam Neil) e Ian Malcolm (Jeff Godblum) tratan de demostrar que Lewis Dodgson (Campbell Scott), presidente de la compañía, está detrás de un plan que tendrá resultados catastróficos en el ecosistema. 

Para empezar, la principal falla de Mundo Jurásico: Dominio es su historia, si bien la trama de esta nueva película tiene un poco más de sentido que Reino Caído, esta parece estar fuera de lugar en la franquicia, ya que su primicia es sobre como la experimentación genética está teniendo un grave impacto en el ecosistema, alterando de forma drástica la cadena alimenticia.

Dicha historia quedaría perfecta en otro tipo de película y no dentro de la saga jurásica, ya que debido a esto, los dinosaurios quedan en un segundo plano y se van demasiado lejos, teniendo como resultado un guión demasiado largo, que no lleva a ningún lado y una conclusión que aunque poco decente, si no aparecieran las imágenes finales, se te olvidaría que estas viendo una película sobre dinosaurios, ya que la solución al problema principal ni siquiera está en ellos, sino en Maisie, la niña clon.

Por otra parte, tenemos la falta de química que hay entre los personajes principales, Owen (Pratt) y Claire (Dallas-Howard), desde Reino Caído, se han esforzado sin éxito en vender una relación sentimental entre ambos personajes, pero lejos de provocar una reacción positiva en el público cada vez que se besan, lo único que provocan es una incomodidad que te hace taparte los ojos, pero no lo hacen solo con ellos, sino también con Ellie (Dern) y Alan (Neil) con un beso que, nuevamente, te hace sentir incómodo, en especial cuando en Parque Jurásico (1993) te los vendieron con que, aunque había una relación entre ambos, esta era más fraternal que sentimental.

El guion, aunque con una premisa interesante y un mensaje sobre el impacto que el paso agresivo del hombre está teniendo en la naturaleza, te da la sensación que estás viendo una película completamente diferente y no una película sobre dinosaurios, a eso se le suma un guion demasiado largo con diálogo innecesario que está ahí con el único propósito de alargar la película.

Luego de eso, tenemos el factor nostalgia, en los últimos años, el fenómeno llamado “industria de la nostalgia” se ha vuelto casi una norma dentro de las nuevas tendencias del entretenimiento hollywoodense, desde revivals de series clásicas, hasta remakes o secuelas de películas que en su tiempo de estreno fueron un éxito se han vuelto tan comunes, que ya existe cierto hartazgo al respecto de este tipo de proyectos audiovisuales. La saga jurásica no se podía quedar atrás, desde la aparición de los personajes de la primera entrega, hasta pequeñas referencias que todo fan de la franquicia sabe identificarlas de inmediato, desgraciadamente, este exceso de nostalgia es uno de los principales problemas de Dominio, dejando ver que esta es su última carta a jugar para salvar a Dominio del pozo de las malas secuelas que jamás debieron de haberse hecho.

Las interpretaciones del elenco principal estuvo bien, pero no sobresalientes, Chris Pratt y Bryce Dallas-Howard logran darnos una actuación más natural y no se sienten tan forzadas como en Reino Caído, mientras que Laura Dern, Sam Neil y Jeff Goldblum lograron adentrarse una vez más en los personajes que marcaron toda una generación completa. En el caso del elenco secundario se puede resaltar el papel de DeWanda Wise, Kayla Watts, un personaje de relleno que no aporta casi nada, pero que tampoco hace estorbo, y que en un momento el personaje de Pratt tiene más química con ella que con el de Dallas-Howard.

En las cuestiones técnicas, los efectos especiales están bien, pero no sobresalen en nada, actualmente, con la magia de la computadora se pueden crear cualquier tipo de universos posibles y ya no tienen el mismo impacto en la audiencia tal y como lo tuvo la primera entrega en el verano de 1993, claro, aquella cinta junto a El Exterminador 2: El Día del Juicio Final (1991), son consideradas como las pioneras de esta nueva tendencia de efectos por computadora, la transición de lo análogo a los digital, sin embargo, en el 2022, eso ya no es tan interesante o sobresaliente. La complementa una buena fotografía y un buen uso de la paleta de colores que le dan su ambientación perfecta a cada escena de la película.

En síntesis, Mundo Jurásico: Dominio es un camión sin frenos cuesta abajo a punto de estrellarse, con una trama que no sabe definirse, un guion con demasiado relleno cuya última carta es el elemento de la nostalgia y aún así no supo aprovecharlo bien, pero en general, es una cinta que entretiene por lo absurda que es y los fans de la saga sabrán disfrutarla (y tolerarla) un poco más que Reino Caído o Parque Jurásico 3 (2001) y aunque no fue la “épica conclusión”, tal y como fue vendida, si está buena para verla un día que no tengas nada que hacer o si ya viste todas las películas de la cartelera.

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