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Álvaro Darío Lara, entre las generaciones literarias

Álvaro Darío Lara, entre las generaciones literarias
Álvaro Darío Lara

A lo largo de su vida, Álvaro Darío Lara Chávez ha dado aportes sustanciales en distintas áreas como periodista cultural, investigador, docente, crítico literario, ensayista, cuentista y poeta. Su extensa trayectoria ha impulsado a nuevas generaciones a adentrarse al mundo de las letras en El Salvador. Mantiene una presencia activa en presentaciones de obras literarias de escritores emergentes o que se encuentran vigentes.

Darío Lara nació en San Salvador, en marzo de 1966, hijo del economista Gilberto Lara y de Hortensia Chávez. Según palabras del escritor, recibió una fuerte influencia de sus padres para ser escritor. Por un lado su madre le enseñó a escribir antes de ingresar al sistema educativo y le introdujo en el mundo de la escritura epistolar, por otro lado de su padre heredó su gusto por la poesía y lectura, éste le leía a grandes autores de la literatura salvadoreña e internacional.

De allí que desde sus primeros años de vida mostró interés por la escritura, razón por la cual siendo aun un adolescente, fue director del periódico estudiantil “El Cervantino”, en el Instituto Cultural “Miguel de Cervantes”, donde estudiaba. Desde entonces se marca el inició de su constante y significativa actividad tanto en el periodismo como en la literatura salvadoreña.

Recibió su educación superior en la Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA) donde obtuvo su título de Profesor en Letras en el año de 1993 y de Licenciado en Letras en 1996.

Como docente ha laborado en distintas instituciones educativas del país tanto en nivel medio como superior. Fue profesor en el Liceo Salvadoreño; ha sido catedrático de literatura y áreas humanísticas en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas, Universidad «Dr. José Matías Delgado» y Universidad Tecnológica de El Salvador. Seguramente, su paso por la enseñanza le ha dado ese espíritu de acompañamiento y apoyo a las nuevas generaciones.

Darío Lara con un grupo de sus alumnos del Liceo Salvadoreño.

Álvaro Lara considera que la guía para los escritores es indispensable para encaminarlos en el mundo de la escritura. Un ejemplo de esta guía se puede dar por medio de los talleres literarios, pero aclara que es necesario sistematizar la conducción de la vocación literaria de los escritores. Esta visión educativa viene como parte de su etapa de vida docente.

Como periodista cultural se puede mencionar que fue director en medios impresos de los suplementos culturales Astrolabio  de Diario El Mundo entre los años de 1995 a 1998 y de Suplemento Tres Mil  de Diario Co Latino entre los años de 2000 a 2003. Además, en radio, fungió como productor y conductor del espacio cultural En voz alta  de Radio Clásica de El Salvador. Finalmente en televisión fue productor y conductor de Debate cultural  de canal 10 de El Salvador. 

Actualmente sigue siendo colaborador como columnista y crítico en distintos medios salvadoreños. Escribe en la columna Reloj de Sol de Radio Vozs, columna Pórtico de Diario El Salvador, y columna Claraboya del Suplemento Tres Mil en Diario Co Latino.

En lo que respecta a la literatura se puede resaltar su paso por el Taller Literario Xibalbá, que es una agrupación que reunió a importantes escritores de los años ochenta durante el conflicto armado salvadoreño. Junto a Lara se encontraban personalidades de las letras salvadoreñas como Silvia Elena Regalado, Luis Alvarenga, Kenny Rodríguez, Otoniel Guevara, entre otros.

Álvaro Darío Lara en el Café Teatro, algunos miembros del Taller Literario Xibalbá y el escritor Ricardo Lindo.

Entre sus obras publicadas están:

  • Vitrales (poesía, 1987)
  • Estaciones (poesía, 1994)
  • Este reloj marca soledad (poesía, Nicaragua, 1995)
  • Violeta de Contracorriente (poesía, 1998)
  • Minotauro (1998)
  • Los Vecinos de la Casa (antología de poetas jóvenes, 2001)
  • Quiromancia (poesía, Falena Editores, 2019)

Sumado a su producción literaria, es autor de las siguientes obras críticas:

  • Obras escogidas de Matilde Elena López ( El Salvador, 2006)
  • Obras escogidas de Ricardo Trigueros de León” (El Salvador, 2007)

Sin lugar a duda, la literatura de Lara es un puente entre las generaciones pasadas de escritores y las voces emergentes, razón por la cual constantemente motiva e impulsa a nuevos autores literarios. Sumado a su espíritu motivacional le acompaña su personalidad mentora que busca encaminar el trabajo literario de aquellos a los que tiene acercamiento.

Sus críticas literarias cargadas de un aspecto motivacional también incluyen aspectos orientadores en cuanto a forma, estilo, género, redacción y otros elementos de gran apoyo para el mejoramiento de la producción literaria. Esta cualidad lo hace un escritor cercano e interesado por el relevo generacional en las letras salvadoreñas.

Su apoyo a las nuevas manos escritoras propicia el seguimiento de talentos emergentes, y por el contrario no es un «escritor de la vieja escuela» cuyo objetivo es censurar lo nuevo y en formación, para así acaparar los espacios. Por el contrario, se le ve sentado entre el público apreciando con gusto y colocando su ojo crítico en presentaciones literarias del país.

Lara en el acto de inauguración del Festival Internacional de Poesía Amada Libertad, 2021.

A continuación leemos dos de sus poemas.

EL DIOS COMO LA SOMBRA

Con la cara revuelta al cielo,
el dios como la sombra. Vive
padeciendo la arteria que me esconde.

Tribunal de Dios. Mañana revuelta.
Arteria de sombra. Voz del desempleo.
Desfilaban las turbas de la ansiedad y de la prisa,
masificando la clara mañana,
enturbiando al aire, al agua.
La palma del mendigo,
su mano áspera y sucia. Fría.

Muñones de la soledad anclados en las esquinas,
Elevándose como volutas.
Respirándonos sin mediar palabras.

Esquinas nauseabundas.
Absortas.
Reducidas.

MUERTOS

Bellos muertos sobre
la hierba toda.
Fuertes y jóvenes.
Con el sol girasol
entre la frente.

Ayer bebían café
bromeaban
sobre el misterioso y certero
velo negro.

Hoy duermen inertes.
Príncipes en el estremecedor
Precipicio.
Faunos desbocados.

Llueve sobre ellos
sobre sus muertas heridas.

Todos, todos
fueron masacrados.
Dolor nutricio. Verde.

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Javier Iraheta