Los pasos de Carlos González suenan al ritmo de la marimba
Carlos González nació en Los Ángeles, California, en 1987, pero sus raíces salvadoreñas han sido siempre su marca y motivo de orgullo, por lo que hoy ha emprendido un viaje cultural que suena al ritmo de la marimba.
Su pasión por la marimba creció por la influencia de su abuelo. «Recuerdo que él cada domingo ponía discos LP de marimbas salvadoreñas y guatemaltecas de renombre. El sonido me cautivó y me acercaba a escuchar la marimba al lado de él cada fin de semana», dice González al recordar como ese amor musical fue inculcado desde sus primeros años de vida.
Según comenta, inició en él la curiosidad por saber que instrumento producía esos sonidos tan melódicos. Pero, en un viaje a El Salvador su abuelo le compró un regaló que marcaría su vida, recibió una marimbita izalqueña; entonces empezó a tocar fragmentos de melodías.
«Mi abuelo tomó la iniciativa de encontrar un restaurante guatemalteco en Los Ángeles, donde tocaba una marimba en vivo. Me llevó y la verdad fue amor a primera vista. Pasé un año yendo sábados y domingos a ver aquellos señores tocar. Después del año ya me dejaban agarrar las baquetas e imitar lo que hacía el señor a la par mía, en el puesto más grave de la marimba.» Recuerda el músico sobre sus inicios.
Con el paso del tiempo Carlos empezó a aprender melodías del repertorio guatemalteco. Así, con sólo siete años de edad, dio por iniciado su camino en el mundo de la marimba.
Su habilidad musical le permitió formar parte de muchos grupos de marimba en Los Ángeles. En Miami fundó su propia agrupación, Marimba Cihuatán, la cual ha usado para grabar y rescatar la música salvadoreña en marimba en todos sus géneros.
Actualmente, en su afán de continuar y avanzar más en la ejecución y conocimiento de marimba, es alumno de la Academia Armando Vargas, en Guatemala. Donde tiene el honor de tener como maestro, a quien fue director de la marimba Maderas De Mi Tierra, marimba de la Presidencia de Guatemala. También es integrante de la marimba Suspiros Chapines.
Durante la pandemia del año 2020, se dedicó a investigar sobre el folklore salvadoreño; ya que su experiencia era en lo referente a Guatemala. Entonces, empezó a indagar. Su sorpresa fue encontrarse con la limitada cantidad de recursos audiovisuales en plataformas como Youtube. Esto le impulsó a preguntas, pedir información y solicitar a personas que le enviarán grabaciones de muchos años atrás.
Así, su tarea fue convertir todas esas melodías con el registro de la marimba. Indagando se dio cuenta que existe un vasto repertorio de géneros salvadoreños, entre los que se incluyen melodías pueblerinas, son salvadoreño, pregones, boleros, valses, cumbias, melodías costumbristas; hasta obras completas como Atlahunka, el Guardabarrancos, y Dichoso Fui. Toda esta producción que según Carlos, de quedar en abandono corre el peligro de desaparecer.
González aclara que sobre el tipo de marimbas en El Salvador, ha identificado dos tipos: la marimba grande, que es la de tipo cromática, es decir, de doble teclado. También, está la marimba de arco, ésta carece del doble teclado por lo que es diatónica, es acompañada con guitarra o guitarrón; cabe aclarar, que es utilizada en la zona de los izalcos, con mayor uso en las cofradías.
Ahora bien, este músico, aprovechó también para agregar piezas de música popular como la de Los Hermanos Flores, La Orquesta Casino, entre otras, para concientizar a la población que la marimba es un instrumento altamente versátil, y quitar ese estigma de que «la marimba es para viejitos, o que ya pasó de moda.»
Hoy, su más férreo objetivo es formar una marimba juvenil en el departamento de su madre, Santa Ana. «Mi meta es que la juventud aprenda más de su herencia cultural como salvadoreños, y el legado que les pertenece, la marimba. Influir a que tengamos una juventud más apegada a sus cultura y que conozcan su riqueza cultural como salvadoreños.»
Carlos comenta que ha sido testigo de la existencia de jóvenes que tienen el interés en acercarse a la marimba, pero por falta de recursos o de quien les enseñe, no continúan el aprendizaje de este instrumento musical. Ante esa realidad, le gustaría compartir con la juventud salvadoreña el aprecio por este instrumento; es decir, el formato, ejecución, y disciplina. Tal como él aprendió de la marimba guatemalteca.
En pocas palabras, se ha propuesto ver una nueva generación de salvadoreños que puedan representar a su país tal como lo hicieron grandes marimbas que dio El Salvador; como la Atlacatl, Cuscatlán, Sonora El Salvador, Tazumal entre otras.
«Llevaré una marimba a Santa Ana y desde ahí será el punto de partida, impartir clases de marimba, con el sueño de extender este proyecto a nivel nacional; ya que una juventud apegada a la cultura o deporte es una juventud sana.» recalca González.
Si bien al momento no cuenta con mayor apoyo, si tiene la disposición de sembrar la semilla y ver germinar un proyecto cultural importante. Además, que paulatinamente se sumen manos para que el alcance sea significativo.
Por otra parte, sabe que es una misión difícil, donde la primer lucha es romper con el estereotipo que rodea al instrumento. El camino de Carlos González está trazado, y es musical. Ahora, la meta es convertir ese sueño de tantos años en una realidad con sonido de marimba para El Salvador.
Si quieres conocer más el trabajo de Carlos González te invitamos a entrar a su canal Marimba Sihuatán en YouTube.