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Los Talcigüines y su lucha entre el bien y el mal

Los  Talcigüines y su lucha entre el bien y el mal

Llega la mañana del Lunes Santo, y en Texistepeque se lleva a cabo una importante tradición que marca el inicio de la llamada Semana Mayor. Es el día en que los Talcigüines salen a las calles a purgar a los pecadores.  La representación que se realiza en las calles presenta las tentaciones que Jesús recibió de parte de Satanás, según el relato bíblico, en el desierto. Es un símbolo de la lucha entre el bien y el mal.

Es en ese municipio del departamento de Santa Ana donde se desarrolla la tradición conocida como los Talcigüines quienes se encargan de limpiar los pecados por medio del dolor provocado con los latigazos.

Popularmente se entiende que Talcigüín quiere decir hombre endiablado. Pero al analizar las raíces etimológicas del nombre, arroja un interesante significado. Para Héctor Martínez, maestro de náhuat, existen dos posibilidades. En la primera detalla que Talcigüín viene del náhuat “Tal” que es «tierra» y “tzikwini” que quiere decir «saltar». Lo anterior se debe a que estos personajes les dan azotes a las personas y los hacen saltar.  Otra posible traducción es que puede provenir del náhuat “Tal” que es «tierra» y “Tikwini” que se refiere al sonido que se produce por un golpe.  Esto podría ser por el sonido que se produce porque azotan el suelo.  Sin embargo, Martínez le encuentra mayor lógica a la primera opción.

La actividad inició a las 8 de la mañana con la misa. Durante esta ceremonia el grupo recibe la comunión para luego vestirse con los tradicionales trajes. El vestuario consiste en túnicas y máscaras de color rojo, también portan los aciales hechos de correas de cuero resistente. Por su parte la persona que representa a Jesús de Nazaret utiliza una túnica de color morado, porta una cruz y una campana.

Cuando los Talcigüines están listos, suenan las campanas de la iglesia anunciando el inicio de la presentación que se realiza en las calles y el parque central. Entonces,  se pueden observar abrirse las puertas de las casas, personas apreciando desde la ventanas y otros que se posicionan por las aceras para disfrutar de la tradición.

Los Talcigüines salen de la iglesia hacia las calles de la ciudad, siguen a los presentes y estos no se escapan de los golpes de sus aciales. Personas de todas las edades graban videos, toman fotos y algunos buscan divertirse con los hombres de rojo.

No hay silencio, es imposible no escuchar carcajadas y risas nerviosas de las personas entre los azotes y gritos de los Talcigüines. Tradicionalmente se cree que los azotes purgan de pecados. Muchos buscan personalmente a los “endiablados” mientras sus amigos y familiares graban los vídeos y toman las fotografías. “Más duro”, ”dele”, “ay” ,“hoy si quedaste  purificado”, “ya con menos pecados” son algunos de los comentarios que se escuchaban entre risas de los presentes en Texistepeque.

Otro aspecto importante del que son testigos todos los presentes se da cuando quien representa a Jesús es tentado. Esto no es improvisado, los participantes saben cuál es el proceso a seguir.

Es así como un Talcigüín sale hasta llegar a la esquina donde está Jesús, éste corre con el personaje de Cristo a un lado y por último al centro. En cada punto el Talcigüín da tres golpes en cruz, mientras que el Nazareno no deja de sonar la campana que lleva en su mano. Ya en el centro Jesús se inclina, mientras su oponente gira alrededor golpeando el suelo hasta que cae al suelo ante el hijo de Dios, quien pasa encima de él sonando la campana. Este Talcigüín sale corriendo tras las personas para pegarles. Así, el proceso se va repitiendo con cada uno de los Talcigüines.

Cerca del mediodía llega el final, donde todos los Talcigüines llegan hasta la calle frente a la iglesia, cayendo uno por uno y Jesús pasa por encima de ellos sonando la campana. Al terminar de pasar sobre todos, suena fuertemente la campana y entonces los Talcigüines salen huyendo despavoridos hacia la iglesia.

De esa manera finaliza y todos quedan a la espera que dentro de un año presenciarán nuevamente este espectáculo que, si bien está cargado de entretenimiento y jocosidad, no pierde el aire ceremonioso y religioso de la ocasión. Sin lugar a duda ésta es una tradición del resultado de la religión traída por los españoles que se enraizó y tomó forma entre los habitantes del territorio.

El evento es tan relevante que no sólo es presenciados por los habitantes, sino que muchos visitantes son atraídos por lo colorido y llamativo de la actividad. Es así como, el comercio toma vida y permite el consumo de los productos del lugar. Los Talcigüines se dejan fotografiar y tomar vídeo con los presentes para que les sirva de recuerdo del tradicional evento. Lo importante es que los visitantes se sientan a gusto y planeen volver a la vuelta del año.

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Javier Iraheta